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APRENDIENDO A SER



APRENDIENDO a SER

Publicado el 19/01/2014 en Abraxas Network

http://www.abraxasnetwork.com/es/opinion-y-actualidad/desarrollo-personal-y-terapias/item/66-aprendiendo-a-ser

Si nos definiéramos como seres cuánticos eso significaría que estaríamos creándonos continuamente ya que el mundo cuántico es el mundo de las infinitas posibilidades. Toda una serie de posibilidades o de futuribles se despliega ante nosotros y solo se hace realidad aquélla posibilidad o aquel futurible al que le prestamos atención o que observamos. Está demostrado científicamente que lo observado cambia con el observador (ver artículo publicado por Pepe Campabadal en esta plataforma). Por lo tanto ¿no es básico tener cuidado dónde ponemos nuestra atención?

Viendo la vida desde una visión cuántica, ésta deviene en un sinfín de posibilidades. Nosotros somos libres de elegir aquélla que deseemos en nuestras vidas. Es decir nosotros elegimos la realidad. Pero ¿la elegimos de una manera consciente? ¿Cómo es nuestra realidad?

Realidad viene de relise (mente) y res (sustancia). ¿Qué es la realidad? Lo que nuestra mente hace con la sustancia (José Luis Parise), hacer real lo que pensamos.

Nuestra realidad es consecuencia de nuestros pensamientos. Creemos que sabemos pensar, pero según sea nuestra vida, podemos comprobar si nuestros pensamientos son adecuados o son tóxicos, en éste último caso estamos ensuciando nuestro cuerpo, nuestra realidad y en definitiva el planeta. El Doctor Len (Ho’oponopono) dice “nosotros nos estamos matando a nosotros mismos o alimentándonos adecuadamente según el tipo de pensamientos que tenemos”.

También cobra importancia las palabras porque “no es lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella, porque lo que sale de la boca del corazón procede” dice la Biblia. Creemos que sabemos hablar pero ¿Son nuestras palabras armónicas o generan “guerras”?

¿Escuchamos nuestra voz interior? ¿Cómo son nuestros sentimientos?

Hemos de aprender a:

  • Ver
  • Pensar
  • Escuchar
  • Sentir y
  • Hablar

aquéllo que queremos crear.


Creemos que sabemos hacerlo. Cuando vamos al colegio nos enseñan a “prestar atención”, a “pensar” (pensamiento lineal), “escuchar” lo que nos dicen… y van limitando nuestra visión, nuestro pensamiento, nos perdemos en el mundo exterior que nos muestran. Nos hemos olvidado de que nuestro verdadero potencial está en nuestro interior.

Somos poderosos seres creando continuamente nuestra realidad. Podríamos decir que nuestra realidad se conforma diariamente según nuestros pensamientos, nuestra visión, nuestra escucha, nuestros sentimientos y nuestras palabras. Caminamos por el mundo, pensando, viendo, escuchando, hablando y sintiendo aquello que nos llega desde afuera, desde el orden impuesto exteriormente.

Ahora es el momento de empezar a ver, a pensar, a escuchar, a sentir y a hablar solo aquello que queremos; aquello que deseamos para nuestras vidas.

“Somos renovados por la renovación de nuestras mentes”. Ahora es el momento de la renovación, de crear nuestras vidas, de empezar a “ver”, “escuchar”, “pensar”, “sentir” y “hablar” solo aquello que deseamos para nuestra realidad. Entonces nos subimos a una nueva línea de vida en la que empezamos a observar las cosas desde:

La visión: ver “la realidad desde una visión interior”
La escucha: escuchar “nuestra voz interior”
pensar “en hacer a los demás lo que queramos que los demás piensen en hacernos a nosotros”
sentir “la vida en nuestras células” y acoger aquéllos sentimientos que son curativos y
hablar con las palabras apropiadas, armónicas “con las palabras del corazón”.

¿Por qué está cayendo todo?

Porque todo necesita una re-novación, una creación diferente, basada en principios diferentes. Principios que tratan la profundidad del Ser. En una comunicación clara y transparente, basada en estructuras horizontales (sin líderes ni estructuras verticales). Ahora es la cohesión del grupo, en pensamiento, palabra y obra, volviendo a hacer “honor a la palabra”.
Esta nueva creación está basada en el SER, no en el TENER. ¿Qué es más importante: lo que tengo o lo que soy? Si nos permitimos sentir por un momento estas palabras SER o TENER podemos observar como el Tener es una palabra vacía. Sin embargo la palabra SER está llena de vida. Al decir SOY todo mi ser se llena de una “alegría interior”, todo mi ser se llena de colores en un estallido de nueva vitalidad con tonalidades de brillo y claridad.

Cuando nos reconocemos como “Seres”, vamos a la profundidad. En la profundidad podemos cambiar nuestra manera de ver, pensar, escuchar, sentir y hablar. Es como dar una capa de pintura y renovarnos interiormente. Con esta renovación enviamos frescura y salud a todas nuestras células, ellas aumentan su vibración y eliminamos todas aquellas cosas que  ya no están en esta nueva frecuencia.  Para ello es necesario mantener una mente abierta y desestructurada, guardando nuestro silencio interior, así damos paso a nuestra presencia interior.


Así aprendemos a Ser, renovándonos continuamente con la renovación de nuestras mentes.

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